Como cada año por estas fechas, y como indicativo de que el verano llega a su fin, un haz de luz entra por una de las ventanas de San Juan de la Palma e ilumina el rotro de la Virgen de la Amargura.
Es sólo cada 19 de septiembre, sobre las siete y media de la tarde, cuando ocurre el llamado "milagro de San Genaro", llamado así por coincidir este curioso hecho físico en el día del santo.A través de una pequeña ventana, situada en la puerta de acceso que da a la calle Feria, se cuela un haz de luz por el hueco que va recorriendo la nave del Evangelio, el retablo y sube por el camarín iluminando, justo a las 19.35 horas, la saya, las manos y, finalmente el rostro, antes de esconderse por la corona.
Al ser un momento único, cada año se
concentra más gente en San Juan de la Palma para contemplar esta escena.
Ayer, volvió a vivirse este acontecimiento en San Juan de la Palma, donde los fotógrafos se afanaban en captar la imagen a pesar de que una nube estuvo a punto de cargarse el momento.
Sin embargo, ese haz de luz no entra sólo en la tarde del 19 de
septiembre. Realmente accede por el hueco dos veces al año, cada seis
meses. En marzo ocurre también en un día no concreto, aunque coincide
siempre que la Amargura está ya en su paso de palio, de cara al Domingo
de Ramos, una jornada en la que el sol tampoco ilumina de lleno la cara
de la Virgen, ya que la salida procesional se realiza ya tarde.
Es más, tan sólo en dos ocasiones históricas el rotro de la dolorosa ha sido iluminado por el sol en plena calle:la mañana del Jueves Santo de 1945 y la del 14 de noviembre de 2004.
La primera, se produjo al no haber podido salir la cofradía el Domingo
de Ramos, por la lluvia, haciéndolo el Jueves Santo. La segunda, con
motivo del traslado a la Catedral para la celebración del L aniversario
de la coronación canónica, en la Plaza Virgen de los Reyes.
Otra
curiosidad es que el día de San Genaro tiene otro milagro, esta vez en
Nápoles. Ocurre cada 19 de septiembre, cuando sólo ese día, la sangre
del santo se vuelve líquida. Y es que se trata sin duda de una jornada
especial. En Sevilla, la última luz del verano está en San Juan de la
Palma.
A continuación les facilitamos un enlace a la galería de fotos del periódico ABC de Sevilla, en el que se puede contemplar este hecho.
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