sábado, 27 de abril de 2013

La Semana Santa y la economía

Lejos de ser una penitencia, la celebración de la Semana Santa de Sevilla es una fiesta bien rentable para la ciudad: su impacto directo en la economía local se calcula en más de 160 millones de euros, cantidad que sería aún mayor si se cuantificara la proyección de la imagen turística de la zona.


Ése es el dato que puso de manifiesto el último estudio realizado por la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y la Cámara de Comercio que, con un trabajo de campo realizado en 2007, revelaba un incremento de más de 40 millones respecto a la cifra obtenida ocho años antes. No es aventurado pensar que la crisis ha debido de congelar la repercusión económica de la Semana Mayor.

A falta de datos generalizados, una cofradía de la Madrugá sevillana reconoce que ponerse en la calle le cuesta no menos de 73.000 euros, cantidad que se financia con los donativos y la subvención que reparte el Consejo de Cofradías por la explotación de las sillas en la carrera oficial.

Unas aportaciones que "apenas" se han visto mermadas por la crisis. "Algo se nota en los donativos, pero se mantiene el gasto de siempre", afirma Enrique Esquivias, Hermano Mayor de la Hermandad del Gran Poder de Sevilla. En el mismo sentido se manifiesta Manuel García, de la Cofradía La Macarena, quien dice que tan sólo "un grupo de hermanos no ha podido pagar su salida".

Velas, cirios y exorno floral de los pasos se llevan la mitad del gasto. Los floristas consultados cifran entre 2.200 y 4.000 euros lo que le costará este año a una hermandad adornar un paso de palio, que requiere al menos 130 docenas.

Otra partida importante en los gastos de una cofradía la representa el acompañamiento musical. Una banda de cornetas y tambores con prestigio tiene un caché que oscila entre los 3.000 y los 5.000 euros, dependiendo del número de horas que dura la procesión. Si acompaña al paso de la Virgen, el precio puede llegar a los 8.000 euros.

La factura de la salida procesional se completa con el gasto derivado de la contratación del saetero para lucimiento de la cofradía en la calle. Los profesionales consultados cifran entre 700 y 1.000 euros lo que se paga hoy en Sevilla por el cante de dos saetas.

Al margen de los pasos y todo lo que le rodea, la Semana Santa permite el mantenimiento de una industria artesanal que mueve un volumen de más de 5,2 millones de euros al año, según el estudio de la CES y la Cámara de Comercio.

Sólo el negocio de confección de túnicas para nazarenos -sin contar la economía sumergida- factura al año más de 600.000 euros.

Sin salir del capítulo textil, el precio de la ropa de trabajo del costalero -compuesta por costal, morcilla y faja- supera los 35 euros, mientras que la tradicional mantilla que visten las mujeres el Jueves Santo y Viernes Santo llega a alcanzar los 1.700 euros si se opta por una bordada a mano.

Pero el mayor gasto viene derivado por el consumo de los espectadores asistentes a los desfiles procesionales: 109 millones de euros. Desglosada esta cifra, se calcula que a alimentación se destinan 63 millones de euros y a compras típicas 15 millones, las dos principales partidas.


Mención aparte merece el impacto en la industria hotelera, una de las más favorecidas directamente por la celebración de la fiesta. La estancia de los visitantes en la ciudad durante esa semana -considerada temporada alta- supone un gasto de 40 millones de euros.

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