Aunque noviembre haya anunciado el final del periodo de las glorias, en el centro de la ciudad el olor a incienso y el sonidos de las marchas se entremezclaban con el aroma previo a la inminente llegada de la Navidad. La Virgen del Prado de la Colegial del Divino Salvador realizaría, en la tarde de ayer, su salida procesional por las calles de la feligresía rodeada de un gran número de público.
Numerosos niños formaban un cortejo que vendría acompañado del cuerpo de acólitos de la hermandad de Pasión y Muerte, del estandarte la hermandad de San Isidoro y de su teniente hermano mayor,Francisco Javier Gonzalez-Graggero, de Eduardo Carrera Sualís, delegado de glorias del Consejo de Hermandades Cofradías y hermano mayor de la Salud de San Isidoro o de María del Carmen Rincón, entre otros, Teniente de Alcalde de la localidad de Higuera de la Sierra, donde es patrona la Virgen del Prado.
La hermandad que preside Eugenio Ruiz Granado estrenaría la primera fase de los nuevos respiraderos, obra de Orfebrería Andaluza, y la nueva toca de sobremanto, donada por dos hermanos de la corporación y ejecutada por María del Carmen Piñero.
Con el siguiente recorrido, la imagen mariana comenzaría su discurrir a partir de las 19 horas tras la función principal de Instituto: Plaza del Salvador, Córdoba, Plaza del Pan, Alcaicería, Plaza de la Alfalfa, Jesús de las Tres Caídas, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero, Manuel Cortina, Sierpes, Sagasta y Plaza del Salvador para entrar, de nuevo, en su templo a las diez menos cuarto de la noche.
El acompañamiento musical correría a cargo de la Agrupación musical “Santa Cecilia”, dirigida por Francisco Javier Usatorre y musicalmente por Manuel Alejandro González Cruz. La misma estrenaría uniforme y banderín, realizado por Jesús Campos Montes
El martillo y cuadrilla de costaleros estuvo comandado por José Manuel Palomo Rodríguez y su equipo de auxiliares.
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